Bambi, el comienzo de una historia

Bambi 1998

Hace  exactamente 12 años , una tarde como hoy tocaron a la puerta, dos niñas pequeñas me preguntaron si querría un gatito porque no podían volver  a su casa con él.  Dudé, estaba de vacaciones y en pocos días volvería a casa, donde me esperaban ya 3 gatos.

El gatito era muy pequeño, estaba flaco y desnutrido, pero su mirada tenía vida. Recuerdo que lo tomé y me dije " ya veré lo que hago ".

Bambi recién llegado a casa

A los pocos minutos después de haberse comido hasta el plato, el bebito de mes y medio que pesaba 350 gramos corría por la casa como si hubiese nacido allí.
Se ganó el cariño de todos , pero no podía quedarse allí , así que días más tarde regresé a casa  llevándolo conmigo.
Y se llamó Bambi.

Bambi cuando contaba mes y medio

Fue el primer gatito que "acogí "; el comienzo de una aventura llena de alegrías y  de tristezas que de alguna manera marcó mi vida.

Bambi y Peluso

Bambi en el jardín

Bambi en el jardín

Bambi adulto

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Simplemente Sofia

Sofía cumple cuatro años con la Manada Bambi.

Había sido abandonada en la calle con dos bebes de un mes.  El 6 de febrero del 2006  llegó a casa.  Estaría de paso, se recuperaría de la esterilización y partiría al campo, a un nuevo hogar. Se llamaba Sofía y en una semana hizo de nuestra casa su hogar.
 

Es una gata inteligente y sociable como ninguna y amiga de todos.

Desde ese 12 de febrero  de 2006, me acompañó cada día a pasear los perros, saludando a todo aquel que se cruzara en su camino.

Sofia es un espíritu libre que ama las comodidades del hogar y a sus humanos.

Ella es la gata alfa de la manada:

La que defiende a sus hermanos y al jardín de cualquier intruso que se acerque.

La que insiste en comer en las alturas exigiendo se le llene el plato cada vez que lo desea, 

la que saluda a las visitas como la mejor de las anfitrionas, 

La que pide entrar cien veces al día por la ventana, aunque la puerta esté abierta, 

La que hace lo que quiere cuando quiere y como quiere.

Sofía es simplemente Sofía.

Cris

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Bambina, la niña de mamá

Bambina es de esos seres que nacen iluminados por una estrella muy brillante. 

Única sobreviviente de un parto que se llevó a su madre y a sus hermanos, fue rescatada por una veterinaria y durante semanas luchó con problemas digestivos que la tuvieron tres veces al borde de la muerte.

Cuando la ví por primera vez , tenía poco más de un mes y sus enormes ojos me cautivaron. Durante una semana esa visión me persiguió y finalmente la llevé a casa. Era marzo del 2004. 

La pequeña huérfana no conocía a los de su especie y se aferró a mí creyendo que yo era su madre, y de alguna manera lo fui durante 5 años. En casa estaba la manada y Ella.

Recuerdo que esa mañana del 4 de marzo, volví a casa  con la sensación que ese pequeño ser que traía en mis brazos cambiaría de alguna manera nuestras vidas.

Físicamente era patito feo,  pero todos quedaban prendados de esa mirada llena de vida que a nadie dejó nunca indiferente.

Cuando meses más tarde el patito se convirtió en cisne , su mirada siguió causando estragos, y todo aquel que la conoció la amó inevitablemente.

Bambina era mitad gata, mitad ángel.  Infundía paz, daba alegría;  creo que siempre supo que su vida sería corta y que debía vivir intensamente.

Problemas renales, consecuencia de su precaria primera infancia le aquejaron desde su tercer año de vida y un tercer paro renal se la llevó hace un año.

Durante sus tres primeros años de vida fue una gatita normal. Hoy me basta cerrar los ojos para verla saltar a las paredes o trepar a los árboles, correr por el jardín o acurrucarse en mis brazos.

Luego, aquejada por los dolores durante sus crisis, pasaba horas junto a nosotros, quieta , mirándonos con ternura e irradiando paz.

Su cuerpo físico ya no está , pero ella vive con nosotros, irradiando su luz sobre la manada: sobre cada uno de sus hermanos no importa donde estén.

Mi dulce Bambina , mami no te olvida.

Cris

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