Calidad de vida

Coco , año y medio, rescatado de la calle a los 3 meses.

Se habla mucho de la calidad de vida y de su importancia en la sobrevivencia humana. Sin embargo poco se habla de la calidad de vida de las otras especies, domésticas o no. Depredamos el planeta olvidando que no nos pertenece y le quitamos alimento y habitat a los otros animales sin remordimiento ni consciencia. En la vida diaria, los zoológicos en el caso de los "no domesticados" y el abandono en los domésticos son los ejemplos más patentes. Pero , aún entre quiénes condenan esos hechos airadamente hay muchos que no asocian calidad de vida con la alimentación y el cuidado de sus propias mascotas.

Kimba, 6 años, rescatado de la calle a los 6 meses.

 Tener una mascota no es una obligación, por ende si decidimos hacernos cargo de un perro, gato u otro animal doméstico, debemos considerar que adoptaremos a un ser vivo y que esto inevitablemente implicará gastos: adoptar un animal debería ser, al igual que ser padre o madre,  una decisión responsable y no el resultado de  un impulso por bien intencionado que sea.

Pelusa y Tigrita, año y medio,hermanas abandonadas a los 3 meses

Un animal no debe alimentarse de " sobras" ni vivir bajo la lluvia o un sol intenso. La primera muestra de respeto hacia la vida y de cariño hacia quien decimos amar es darle "calidad de vida". Y calidad de vida es, entre otras cosas, un lugar seco y abrigado donde dormir, una alimentación adecuada en cantidad y calidad, cuidados y medicación en caso de enfermedad, vacunas ( la rábica en el caso de los perros es indispensable ) y esterilización ( en el caso de perros y gatos ) para evitar sobrepoblación,  abandonos  y enfermedades transmisibles. Y dedicarles además algo de tiempo: ellos necesitan de nuestra compañía, sentir que forman parte de nuestra vida.

Gemelas, 3 años, rescatadas de la calle con pocos dias de vida

  Los animales de compañía no son juguetes que se toman para pasar el rato o no sentirse solo: cientos de perros y gatos son abandonados cada año en la calle o en el fondo de un patio cuando los niños crecen y se aburren de ellos, los jóvenes que estudian lejos de su hogar  y que adoptan por soledad vuelven a casa o simplemente la familia se va de vacaciones y nadie puede hacerse cargo de la mascota. Amén de las perras y gatas tiradas a la calle en celo, preñadas o recién paridas y de los cachorros abandonados en sitios eriazos, carreteras o bolsas de basura  para que mueran de hambre o destrozados por perros hambrientos o vehículos en marcha.

Sofía, 9 años, rescatada de la calle con crías hace casi 7 años.

Muchas veces se adopta por moda, imitación, impulso o lástima ( en el caso de los abandonados regalados en la calle ) y se olvida que los "tiernos bebes" crecen y ya no son el  "peluche" del primer día y el animalito se convierte en un estorbo del que se desea deshacerse.


 Antes de tomar una decisión deberíamos conocer las características de la mascota que pensamos traer a casa : tamaño, carácter, cuidados del pelaje, etc. y no elegir a ciegas atraídos por la belleza de un cachorro  y descubrir más tarde por ejemplo que el espacio es demasiado chico para un perro tan grande o tan activo o que el gato bota mucho pelo y somos alérgicos a él. Y no olvidar que como todo ser vivo  que depende de otro su presencia implica tiempo y cuidados y que más de alguna vez habrá que renunciar a algo por ellos, pero su cariño incondicional lo valen. Lo importante es estar dispuesto a ello.

Violeta y bebe Bambino, 3 años, rescatados de la calle a los 4 y 1 mes respectivamente

 
  

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